La semana pasada, limpiamos un poco de cera pura de abejas que tenía guardada. Antes, cuando tenía más tiempo y disponibilidad, solía hacerlo con más frecuencia.
Nos reímos porque entre el tiempo que nos tomó y los utensilios que sacrificamos seguramente gastamos más que lo que hubiera gastado en comprar cera ya procesada. Pero para mí, es una tarea invaluable. La calidad de la cera final es incomparable con lo que puedo comprar, pero el acto de retirar la cera de la colmena, elegir las mejores partes y limpiarla me acerque mucho más al producto final.
En este punto del capitalismo tardío, creo que es vital aprender de dónde viene (y a dónde va) todo lo que consumimos y también, como emprendedores, lo que usamos para crear. Al estar en contacto con cada etapa del proceso, desarrollas un respeto profundo por los materiales. Nos recuerda que menos es más: un producto bien hecho y usado con cuidado tiene un valor mucho mayor que algo producido en masa y de corta vida. Es el valor de lo lento en un mundo que vive con prisa.
Ese contacto con cada parte del proceso es la misma motivación que me llevaba a cosechar las verduras que cocinaba cuando Earth Roots era alimentos. Es la misma que me despertaba temprano para ordeñar las vacas y hacer el queso. Hay un esfuerzo detrás de cada ingrediente; en este caso, no solo de nosotras, sino también de las abejas.
Y me hace pensar un poco, justo en este momento de Cyber no sé qué, de cuando compras algo en una tienda gigante, ¿conoces realmente el proceso detrás de ese producto? ¿Sabes de dónde vienen los materiales, cómo se trata a los empleados, o si existe un compromiso real con nuestro mundo?
La artesanía es una forma de resistencia. En el contexto de la sobreproducción y el sobreconsumo desmedido que amenaza cualquier posibilidad de un futuro seguro, el hecho de crear productos artesanales se convierte en una forma de resistencia. Elegir ralentizar y concientizar el proceso es un acto de respeto hacia la naturaleza, el tiempo, y el trabajo humano.
Manos a la obra literalmente. Creo que si ya he tomado consciencia de lo que pasa en este mundo, resultado de acciones e inacciones humanes, es lo mínimo que puedo hacer.